La sexualidad es un don que Dios ha entregado,
algo hermoso y digno de gloria, claro, actualmente se toma como un hobbie y a
medida que pasa el tiempo se va deformando esa imagen de una sexualidad santa y
pura, dada por el creador.
Se puede
ver esa deformación exagerada de imagen pura, en películas y libros como el
famosísimo libro de 50 sombras de Grey. También hay que ver la realidad, muchas
personas han leído o visto la película y solo lo toman así, como un libro o una
película, pero detrás de eso hay mucho más, hay una imagen negativa de las cosas,
de una relación, esa relación que Dios nos dice que hay que llevar, una
relación en santidad.
En el mundo actual, las personas creen que
hablar de virginidad o hablar de santidad en un noviazgo es ser de mente
cerrada, es ser así como dicen tener un pensamiento de abuelita y una persona
aburrida, pero ¿que de divertido hay en arriesgar la salud y destrozar el cuerpo,
templo del espíritu? Quizás esas ganas de crecer tan rápido, de experimentar
cosas a nuestro tiempo y no al de Dios, pero eso simplemente daña, en vez de
hacer sentir a alguien pleno.
Cuando se habla de un noviazgo en santidad,
tampoco se esta refiriendo a un noviazgo en el cual la pareja ni siquiera se
vean los rostros y no puedan acercarse o darse un abrazo, un beso; al hablar de
un noviazgo en santidad o de relaciones sanas con las personas, se habla de
vivir esa etapa pero encomendando todo a Dios, buscar el beneficio común y
crecimiento personal y espiritual de ambas personas.
¿Que
pasaría si les dijera que Dios ve todos sus movimientos, observa cada cosa que
hacen con su cuerpo y como viven esa sexualidad que él les dio? Probablemente
dejarían de hacer muchas cosas de las que hacen, piensen en esto, Dios los
quiere ver feliz, pero no en una felicidad pasajera, los quiere ver en una
felicidad en la que cada día se acerquen más a él, Dios los llama a ser santos,
aun en cosas que parecen tan humanas; cuiden su cuerpo, no jueguen con el, Dios
no juega con sus vida, no lo hagan ustedes tampoco. Así como la palabra de Dios manda a decir en 1 Tes 4,3-7: “esta
es la voluntad de Dios: que sean santos. Que se abstengan de las inmoralidades
sexuales; que cada uno sepa usar de su cuerpo con respeto sagrado, sin dejarse
arrastrar por los malos deseos, como hacen los paganos que no conocen a Dios.
Que en este asunto nadie ofenda o perjudique a su hermano, porque el señor
castiga tales ofensas, como se lo hemos dicho e inculcado. Dios no los ha llamado
a la impureza, sino a la santidad.”
Y a cualquier persona que venga, tenga un
criterio diferente al suyo, y los quiera convencer de algo solo recuerden lo
bonito que es estar en paz consigo mismo, lo bonito de saber que se esta
saludable y que no se tiene que rendir cuentas sobre lo que se hizo con el cuerpo,
porque no se ha hecho nada malo.
No dejen que la tentación caiga en ustedes, no
dejen que juegue con ustedes, tal vez su sexualidad les pueda parecer un juego,
pero cuando ese juego ya no sea divertido, y se hayan dado cuenta que
desperdiciaron su tiempo jugando, no podrán borrar sus partidas y su memoria
estará llena.
Acérquense
a la Iglesia, pidan a Dios que les ayude, que los mantenga sanos y alejados de
esos juegos, Acérquense a Mamita María y pídanle, que como ella, como esa
pureza que la caracterizo, y que a pesar de ser joven, la huella de la castidad
la siguió siempre; los ayude a mantener esa pureza de corazón. No se cansen de
orar y no solamente oren por ustedes, oren por todas las personas para que esos
“juegos divertidos” no sean parte de sus vidas y que así puedan estar en gracia
con el Señor.
Autor: Stephanie Acevedo