la Lujuria, Pecado capital.
Los siete pecados capitales
¿Que es un pecado capital? El pecado capital es un vicio, sí, así como lo son las drogas o el alcohol, no hay mucha diferencia. Los pecado vienen como en bandeja de plata, en un empaque muy llamativo que dice: ¡Hey aquí estoy, tómame! Y pues claro, si esto es obra del demonio, el buscará la forma de hacerte caer con lo más te gusta y buscará la forma de hacerte caer.
Ahora que ya se sabe que son los pecados capitales, es hora de mencionarlos: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. Estos pecados solamente alejan de Dios, están muy presentes en la vida y muchas veces se pueden llegar a cometer sin tener en cuenta realmente lo que se esta haciendo. Por lo cual, hablare de cada uno de estos pecados, y el primero es la lujuria.
La lujuria
Según el catecismo de la iglesia católica: La lujuria es un deseo o un goce desordenado del placer venéreo. El placer sexual es moralmente desordenado cuando es buscado por sí mismo, separado de las finalidades de procreación y de unión.(2351)
Es un pecado contra el Sexto Mandamiento y es una ofensa contra la virtud de la castidad.
La lujuria, un pecado que atenta contra el fin de Dios, que aleja día a día de esa pureza y castidad bella que Dios manda a realizar. La lujuria es cualquier acto o un simple deseo, pensamiento impuro, en esto se incluye la masturbación, la pornografía e incluso hasta el más mínimo deseo de un placer sexual fuera de lo que Dios planeo. Dicho así ¿es difícil no haber cometido este pecado no?
¿Cuantas veces han escuchado que la masturbación es normal y la pornografía también lo es? La masturbación en vez de hacerte ver como "macho" o una "mujer de verdad"solo muestra una gran inmadurez, al solo pensar en el placer personal y no compartirlo con un alguien especial. Y ojo que la masturbación no es cosa de hombres, pues aunque siempre se ha visto así las mujeres también se masturban y algunas veces dañando mucho más su cuerpo. Pero si “La masturbación no es mala porque no daño a los otros y no caigo en fornicación”, esto es lo que se dice sobre ello, tan común y tan falso porque aunque no haya fornicación y no se dañe a los demás, hay un daño peor, que es el del espíritu de cada persona. La masturbación en vez de satisfacer plenamente un placer, lo incrementa y cada día parece mas difícil alcanzarlo, algunas veces llegando a extremos y lastimando el cuerpo, causando miles de enfermedades o la prácticas de métodos de placer muy ilógicos.
La pornografía no queda atrás pues va de la mano con la masturbación, creando en la persona una perspectiva del amor que no existe, haciéndole creer que todo es sexo. Al realizar alguno de estos actos se puede llegar a creer que se llena un vacío y que se puede llegar a la felicidad, ¡vaya felicidad la que se construirá! Una felicidad pasajera que a largo plazo solo destruye el modo en que se ve el amor, relacionando todo al placer( que se desea obtener a toda costa).
La masturbación y la pornografía son como las drogas, entre mas se caiga en ellas, mas profunda será la necesidad de consumir, esto es un circulo, que no lleva a nada solo a la destrucción del cuerpo y del fin creado por Dios de una sexualidad hermosa y hecha para dos personas. “Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.” 1 Corintios 6:18
Dentro de la lujuria esta también el adulterio, esta infidelidad hecha a la pareja.En este se viola un contrato hecho con Dios, en el que no solamente se daña a la pareja , sino a todas las personas que se encuentran bajo ese matrimonio. El matrimonio, difícil de mantener hoy en día, difícil no desear a otra persona y ser fiel. Pero ¿por que se comete adulterio? ¿Acaso el amor que una vez se sintió, desapareció de un momento a otro?¿acaso el amor hasta la muertes existe? Pues si existe pero hay un asesino que anda suelto y sus presas son los matrimonios, ese asesino es la falta de autodominio, y cundo ese asesino llega, deforma el concepto de amor y no se puede ver como un creación de Dios. La verdad es que el matrimonio así como es bello, en el hay muchísimos problemas, pero esos problemas hacen crecer el amor y no lo destruye como muchas veces se piensa. ¿Cuantas familias no han roto los lazos que tenían por un simple deseo? Y aun esto lo podemos ver no solo en el matrimonio, también en el noviazgo porque ¿cuántas veces no se voltea la cara para ver a alguien guapísimo/guapísima? Y no es que esto sea pecado en si, pero la verdad es que no se queda en la simple mirada, después de eso empiezan los pensamientos y la imaginación pues se encarga de lo demás.
La lujuria es un pecado que da muchas batallas y no solamente afecta a personas casadas o a jóvenes, este pecado se esta extendiendo, ahora se ve a niños que en vez de hablar de caricaturas hablan de sexo.
Ahora ¿cómo superar este pecado? Lo primero es darse cuenta de que se esta pecando y tener un deseo de salir del pecado, esto es lo principal porque mientras se vea este pecado en el rango de lo normal y lo feliz, no se podrá hacer mucho.
Al entender que se esta pecando, no hay una formula especifica como en matemática para salir de el, pero si hay un arma principal contra este pecado y es la oración y la castidad, El dominio de si mismo y la convicción de no querer apartarse de Dios, que es lo mas preciado en la vida de un cristiano. Solo esto nos puede llevar a la salvación y a alejarnos de esa lujuria con la que se lucha día a día.
“Hagan, pues, morir todo lo que de terrenal hay en ustedes: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos…” 1 Tesalonicenses 4:3