Hola que Ondas, ¿cómo
estás? Espero que bendecido y muy bien de salud, hoy te quiero hablar de un
tema que me estuve preguntando estos días, ¿Soy Libre? Por tantas
responsabilidades que tengo que ya ni tiempo me queda, ¿no te pasa lo mismo? Que
ni tiempo para ti tienes, es por eso que nació este tema, y pues “Para vivir en libertad, Cristo nos ha
liberado”…. JOVEN, para que vivas en libertad, Cristo te ha liberado. (Gálatas
5,1)
Preciosas palabras
las que inspiró Dios mediante su Espíritu Santo al bien conocido Pablo… ¿Te
habías detenido a pensar si eres libre o no? Son muchas las cosas que hoy como
jóvenes pensamos que nos “hacen libres”; por ejemplo, cuando piensas que has
llegado a tu mayoría de edad y estás más que seguro que “Eres capaz de tomar tu
propias decisiones” sin importar lo que un tercero pueda opinar; ya sea tu
papá, tu mamá o personas que sean importantes y puedan darte un buen consejo o
ayudarte a tomar una buena decisión.
Libertad, suele
confundirse también al momento en qué dices: “Qué más da beber un par… No me
hará ningún daño; Jesús lo hizo ¿Por qué
no yo también puedo hacerlo? Así como también fumar cigarrillos, ingerir
o introducir sustancias, tatuar tu cuerpo simplemente porque “Es mío”… Como
estos, existen muchos más ejemplos con los que solemos confundir la libertad.
Perote cuento querido joven, esto… esto no es en lo más mínimo sinónimo de
libertad.
1 Corintios 10, 23:
“Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo
edifica.” Tan hermoso es El Señor, que
nos dejó en las Sagradas Escrituras la guía para poder apoyarnos al respecto.
Los ejemplos que tratábamos hacían alusión a algo conocido como “Libertinaje”
donde para no entrar en mucho tecnicismo, no es más que una “Libertad
desenfrenada”… ¿Cómo así? Lo repito “Todo me es lícito, mas no todo conviene”;
los placeres del mundo están en el mundo, pero recordemos que “Estamos en el
mundo, pero no pertenecemos a el” todos los placeres que te presenta la vida
únicamente sirven para generarte nada más y nada menos que ¡ATADURAS! Y basura,
cosas y situaciones que lo que hacen es dejar vacía tú vida, tú alma y tú
corazón.
Pero te cuento, ¡NO
TODO ESTÁ PERDIDO! Al renunciar a lo que te ofrece el mundo, en definitiva
ganas la vida entera, estás diciendo un SÍ al Señor, donde sin duda alguna es
la mejor decisión que puedes tomar. Detente, piensa y analiza un poco… El mundo
te ofrece esclavitud; Dios te ofrece LIBERTAD… ¿Cuál prefieres?... Creo que
está demás decir la respuesta, pues estoy segura que la segunda fue la opción
que pensaste u optaste tomar. Siendo ésta la mejor decisión, ¿te has dado
cuenta que Dios te hizo libre hasta en eso? Dios no quiere quitarle jamás el
sabor a tu vida, deja que TÚ escojas y es desde allí que empieza la bendición
del “libre albedrío”, de la libertad; pues es decisión única y solamente tuya
decirle: ¡SI SEÑOR, SI JESÚS… AQUÍ ESTOY” Él está esperando siempre con los
brazos abiertos, toca a tu corazón como lo dice el Apocalipsis 3,20 :“Mira que
estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y
cenaré con él, y él conmigo.” ¡IMAGÍNATE cuán hermoso es Jesús, quién siendo
Dios busca tu amor, para inundarte con SU AMOR…!
¡TU DECIDES! Apresúrate
joven, ve y dile al Señor: ¡SI! Jesús, mi Amigo, mi Amado; te digo “sí” como
María, un sí decidido, firme y no olvidemos, un “sí” meditado. El Señor anhela
compartir contigo y desatar cualquier cadena, cualquier esclavitud que puedas
estar viviendo ahora. Habla con Él y no dudes en que Él te escucha, EL TE AMA y
desea verte FELIZ, ANIMOSO, VICTOROSIOSO EN SU NOMBRE.
“Yo te mando joven:
¡LEVÁNTATE!” “Tengo para ti cosas grandes… Y tranquilo, que no actuaré mientras
Tú no me des la señal; eres LIBRE, YO te hice LIBRE y respeto tu libertad…
Quiero compartir contigo éxitos y fracasos, tristezas y alegrías… Quiero que
sepas que ¡Estoy Aquí CONTIGO!, que soy tu Amigo dice El Señor… No temas ni
desmayes; Yo te AMO, Yo Estoy CONTIGO.