Y Dios increíblemente te da….


Y Dios increíblemente te da “dulces y regalos” te los da, como a un niño pequeño, para llenarte de sonrisas, de amor y de ilusiones… Sin lugar a duda, ese es Dios, ese Dios que aunque guarde silencio muchas veces, que a veces sentimos que guarda silencio casi que toda la vida… No habla con palabras directas (si en el libro de la vida) pero me refiero, así como tal de escuchar una voz totalmente clara… Te habla en tu hermano, te habla en las personas, te habla de maneras en las que tú no puedas imaginarte; te habla en la naturaleza, el cielo, las aves, el sol, las estrellas; te habla en la brisa, en la lluvia, en el trueno. DIOS SIEMPRE TE HABLA, y si calla, sigue trabajando, pero es de saber escucharle, es de saber encontrar esas expresiones de amor infinitas que tiene hacia contigo, que tiene conmigo.. QUE TIENE CON TODOS; si es la máxima expresión de AMOR INFINITO, de amor eterno… No podemos pensar que ÉL nos deja, que el se aparta de nuestro lado… Sólo, detente y piensa; ¿Respiras? ¡¿Estás respirando?!... PUES AHÍ ESTA DIOS CONTIGO!!!!... Pues, cualquiera diría; que va! Pero si eso es algo normal que absolutamente todo ser normal debería hacer; ¡Cuál es la diferencia??? Y la pequeñita cosa que nos hace diferentes, es solo detenernos nuevamente y pensar ¿Quién creó la vida, quién lo hizo todo? Volvemos entonces y nos damos cuenta que regresamos a la respuesta del principio… VOLVEMOS A ÉL, VOLVEMOS A CRISTO.
Para Él es una dicha cuando tú te decides y le dices: ¡SI! Aquí estoy… Es increíble pensar que Él está diciéndote SI SI SI, es el único que no duda de ti, que no duda, que confía, que te apoya, que te ama, y que lo hace sin medida. Como bien la santa decía “SOLO DIOS BASTA2” No hay necesidad de más si lo tenemos a Él. Que gozo el que nos da su Espíritu Santo con solo el hecho de hacernos sentir hijos de Él, dignos de Él. Nos ama como a nada, nos ama como a nadie; nos prefiere sobre toooodas las cosas. Y ese aceptar, ese decir sí, como bien lo hizo nuestra Santa Madre María; nos llena de eso que justamente necesitamos, de eso que sólo ÉL sabe exactamente qué es lo que sobra, que es lo que falta.
Espíritu Santo, humildemente y con ansías de seguir en ese Amor Infinito, en esa presencia Santa, en Amistad con Cristo… Trabaja horas extra con este corazón que está probablemente confundido, con este corazón que probablemente se encuentra triste, o quién quita, con ese corazón que se encuentra alegre y feliz… Trabaja, trabaja horas extra para que al final, no vea mi corazón, más allá de mantenerme en esa cercanía con el Mismo Jesús, con Cristo que me da la vida, que seamos tú y yo uno sólo, y nos mantengamos pendientes el uno del otro, cuidando de nuestra relación.
Enamorarme más de ti Jesús, quiero decirte SÍ! Un sí seguro, confiado un sí como “O todo o nada”, ayúdame que junto con tu Espíritu Santo, sepa llevar esas cargas, esas penas, abolir y botar esas tentaciones que quieran alejarme de tu divina presencia… Siendo TÚ mi principio y fin, siendo tú el que me baste y me sobre para todo y con todos.
Quiero ser santa, quiero ser reflejo de TI, ayúdame, que si no es Contigo, pues nada estoy haciendo. Quita de mí la vanagloria, el orgullo y cualquier cosa que no venga o emane de Ti. Dame de esa agua viva, para seguir refrescando mi corazón, para seguir creciendo en tu amor; para ser TUYA MI SEÑOR.

María, ayúdame también Madre Mía… Sea cuál sea mi vocación, quiero decirle un SÍ SEGURO A MI SEÑOR